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  • Publicación de la entrada:noviembre 24, 2021
  • Categoría de la entrada:Seguridad

Reciclaje de formación para vigilantes de seguridad: ¿Por qué es tan importante?

Si una parte fundamental en un buen perfil profesional de vigilante de seguridad es la formación previa, resulta tan importante y determinante la formación continua y el reciclaje de formación para los profesionales de la seguridad privada.
Esto no parte de una apreciación subjetiva. Tan importante resulta que, incluso, está legislado por ley.
En la actualidad, la legislación vigente contempla la obligatoriedad de que los vigilantes de seguridad privada realicen al menos un curso de reciclaje de formación anual con una duración mínima de 20 horas de las cuales, de manera obligatoria, al menos 10 horas deben ser presenciales.
Pero, esto es sólo el punto de partida, ya que, al margen de los cursos oficiales y certificados, las mejores empresas de seguridad privada, contemplan de manera activa la formación continua de sus profesionales.

Como es el reciclaje de formación en vigilantes de seguridad

  • Como ya hemos indicado previamente, el reciclaje es un aporte fundamental y, además, obligatorio para aquellos profesionales de la vigilancia privada en activo.
    Se trata de una figura contemplada en la ley, con carácter anual, y que debe proporcionar formación continua en el tiempo a los profesionales del sector.
    Las áreas de reciclaje en estos cursos son en general las mismas que las áreas de formación habitual, aunque, con especial incidencia en los aspectos que más evolución han podido tener:
  • Aspectos técnicos y nuevas herramientas o evolución de las existentes dentro de todos los campos de la seguridad privada
  • Modificaciones legislativas, con especial relevancia en aquellas modificaciones que hacen referencia directa al sector o a la seguridad ciudadana
  • Nuevos retos y desafíos profesionales a los que se puede enfrentar un vigilante de seguridad privada

Junto a esto, también se realizan repasos de los conceptos básicos relacionados con la profesión con el objeto de refrescar los conocimientos y modernizarlos en caso necesario.
La obligatoriedad, por ley, es que estos cursos tengan una duración mínima de 20 horas de las cuales la mitad, 10 horas, deben ser presenciales.
No obstante, no se trata de cursos de trámite ya que están en la raíz de la mejora continua de la oferta profesional. Es por eso que las empresas profesionales de seguridad, además de los cursos de reciclaje obligatorios, generan entornos de formación continua dentro del seno de la propia empresa.
Esto les permite un mayor nivel de conexión entre la realidad y el profesional, como veremos a continuación.

La formación en el vigilante de seguridad

Siempre se insiste en la importancia de las actitudes de un vigilante de seguridad profesional. Estas actitudes van con el carácter y la personalidad de cada uno, y son determinantes a la hora de la formación de un profesional.
Es evidente que para hacer una carrera profesional en la vigilancia de seguridad privada hay que tener algunas características personales definidas:

  • Capacidad de reacción ponderada
  • Capacidad de control de las emociones
  • Personalidad equilibrada y estable
  • Capacidad de diálogo y negociación
  • Trabajo en equipo, pero también capacidad de toma de decisiones individuales
  • Buen tono físico

Y otro buen número de características que hacen que no cualquier persona pueda reunir todas las cualidades para ser un gran profesional de este sector. Pero, todas estas cualidades o características, deben ser reforzadas con la formación.
La formación es un proceso básico en el que se establece la mejora de las aptitudes. Es a través de la formación cómo se adquirirán los conocimientos que, combinados con las características personales y las actitudes, generan al profesional de la vigilancia privada.

Por qué es tan importante el reciclaje y la formación continua en las empresas de seguridad privada

Pues bien, si todo este proceso es fundamental, podemos entender de manera sencilla que el reciclaje y la formación continua son básicos a lo largo de toda la carrera profesional de alguien que se dedica a la seguridad privada.
Esto es así por diversos motivos. El primero, y muy importante, es el hecho de actualizar los conocimientos y mejorar las herramientas de las que se dispone para enfrentarse al trabajo de seguridad ciudadana.
Hay que pensar que los retos y los desafíos evolucionan de manera constante.
Tenemos sin duda un gran ejemplo en lo que ha ocurrido en los últimos años respecto a la pandemia de coronavirus y en cómo la vigilancia privada se ha tenido que enfrentar a un desafío nuevo, muy difícil y complejo. Algo que, por cierto, se ha hecho de manera sobresaliente por las mejores empresas de seguridad privada y sus vigilantes.
Sin duda, todo lo ocurrido por el coronavirus es un ejemplo excepcional de la necesidad constante de formación. El vigilante profesional necesita acceder de manera periódica a cómo el sector evoluciona, a los nuevos retos y las respuestas, a las nuevas herramientas y su aplicación, y, también, a refrescar de manera periódica pero constante sus conocimientos base para ampliarlos y mejorarlos.
La importancia es tal que son las propias empresas profesionales, comprometidas con los mejores servicios de seguridad privada, las que impulsan la formación continua y el reciclaje continuo de sus trabajadores más allá de los cursos obligatorios anuales.
Se trata de una actitud incorporada a la propia empresa y a los propios trabajadores, un modelo de entender el servicio de vigilancia privada como en constante evolución y mejora.