Hablar de la importancia de la seguridad en los tiempos que corren es algo que llega a ser redundante, máxime cuando los índices de delitos lejos de reducirse no paran de aumentar incluso en tiempos de pandemia.
Es en estos momentos es cuando una empresa de seguridad privada, resulta verdaderamente imprescindible. Además de proteger a empresas, colectivos residenciales, urbanizaciones, etc, las actuaciones de las empresas de seguridad cumplen otro objetivo: el de apoyar a la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en su labor diaria.
Ya hablamos en su día de la importancia que revisten en la sociedad actual los vigilantes de seguridad, ellos son los que materializan los servicios con su presencia y su saber hacer, pero tras ellos y en todo empresa de seguridad está la figura del Jefe de Seguridad.
Un Jefe de Seguridad es el que analiza, evalúa y dirige cada servicio que presta la empresa de seguridad. Se necesita una amplia experiencia para ejercer este cargo pues de su competencia depende la seguridad de miles de personas que acuden diariamente a supermercados, hospitales, centros comerciales y también de los bienes que protegen en cada servicio. Casa, chalés o establecimientos de todo tipo.
Además la figura del Jefe de Seguridad corresponde con una persona polifacética que abarca diferentes departamentos de la empresa, desde el departamento de personal mediante la selección de profesionales cualificados acordes para cada servicio en función de sus especificaciones, hasta el control de nuevas tecnologías en seguridad que van apareciendo en el mercado y que se incorporan a los servicios de la empresa de seguridad.
Es por tanto una pieza clave e imprescindible en organigrama de la empresa de la que depende, en buena medida, la calidad de los servicios prestados.
Albert Barrajón, Jefe de Seguridad de Smart Security