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  • Publicación de la entrada:julio 20, 2021
  • Categoría de la entrada:Seguridad

Un hecho muy relevante que ha ido ganando peso en las últimas décadas y que, actualmente es aceptado de manera universal, es que la seguridad privada juega un papel fundamental en la seguridad pública. Más aún, es un elemento integrado en la seguridad pública y que, ha cobrado una importancia creciente en los últimos años.

Cuando hablamos de una empresa de seguridad privada, no estamos hablando ya exclusivamente de un concepto obsoleto de vigilancia, sino de una parte de las herramientas de seguridad con las que los ciudadanos contamos en nuestro país.

La seguridad privada una herramienta de servicio público

La visión de los vigilantes de seguridad, afortunadamente, ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Ya en las leyes de seguridad privada de mediada la pasada década, la función de la seguridad privada alcanzaba una notoriedad relevante dentro de la seguridad pública a título legal.

Hoy en día, cuando hablamos de una empresa privada de seguridad, hablamos del uso de medidas, herramientas, recursos tecnológicos orientados a los posibles riesgos o delitos, previniéndonos y sirviendo como elemento disuasorio, lo cual, la propia ley, reconoce como de interés público dentro de las garantías del derecho a la seguridad que los ciudadanos poseemos.

Un dato relevante que podemos aportar en este sentido es la colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que contribuye a completar la seguridad pública, según la propia regulación de la misma. Esto, entendido como un marco en el que lo que se busca es proteger tanto a las personas, los bienes, mantener el orden y la tranquilidad, y en general el conjunto de la seguridad de los ciudadanos y sus propiedades, es el marco en el que la empresa privada de seguridad se relaciona de manera fluida con las fuerzas de seguridad del Estado. Y, por tanto, de donde nace la importancia de este concepto de colaboración, y de formar parte activa de la seguridad pública.

¿Pero cómo se define a la seguridad privada según la ley?

La ley define la seguridad privada como aquel conjunto de actividades, herramientas, servicios y funciones de seguridad que se adoptan por personas, empresas o instituciones públicas o privadas, que buscan ofrecer respuesta a seguridad, protección de patrimonio, etc. En definitiva, a proteger al ciudadano, a las empresas o las instituciones para que puedan desarrollar su vida de manera normal.

Si profundizamos en esto, podemos ver cómo la misión de una empresa de seguridad privada, tal y como queda regulado por la ley, y en este caso, con el cauce del ministerio del interior, es garantizar la seguridad pública.

Esto, se obtiene a través de las labores de prevención de posibles delitos infracciones, y por tanto, también, a complementar la seguridad pública que los cuerpos de seguridad del Estado desarrollan.

Es importante, enmarcar en este contexto, que obviamente esto obliga también a las propias empresas de seguridad privada, a cumplir con una normativa rigurosa, en la cual es importante garantizar el cumplimiento de las medidas correctas en cuanto a tecnología, organización, procedimientos, que, a la postre, son los que se utilizan como barrera de prevención de riesgos sobre diferentes probabilidades y gravedad es en las intervenciones que deba desarrollar. Esto incluye, que los elementos y las medidas de seguridad que se utilicen debe siempre estar homologadas por el ministerio del interior, y que también, es necesario cumplimiento de la proporcionalidad que se aplica por jurisprudencia en nuestro país.

Los vigilantes de seguridad nos hacen sentir más seguros

La modernización del concepto de vigilancia privada

Es un hecho, que a todo lo anterior, además de una cuestión lógica de orden público, también ha contribuido la modernización, profesionalización y procesos continuos de investigación y desarrollo dentro de la vigilancia privada.

Afortunadamente para nosotros, como ciudadanos, hoy en día la vigilancia privada no tiene nada que ver con los conceptos que se manejaban hace tan sólo 20 o 30 años.

Estamos hablando de empresas de seguridad privada profesionales, que además de cumplir con todas las normativas de homologaciones vigentes, son conscientes del papel que desempeñan dentro del propio servicio público. Esto nos sitúa ante un escenario en el que, por ejemplo, cada vez se concede más importancia a la formación continua del personal, a que los recursos técnicos sean lo más avanzados posible, ya que la tecnología puede un papel relevante en todos los aspectos. No olvidemos, que la seguridad privada abarca conceptos muy amplios que van desde la gran eficacia de la vigilancia presencial, ejercida por vigilantes de seguridad profesionales, bien preparados y bien equipados, hasta los elementos sofisticados basados en complejos planes que emplean recursos humanos, tecnológicos, materiales, etc.

Conclusión

Las empresas y los integrantes de los equipos de seguridad privada, a la par de cumplir los contratos con los clientes, también logran cumplir con la finalidad que la seguridad pública les ha encomendado. Esta es una tarea realmente importante, y que deberíamos valorar de manera completa los ciudadanos de a pie. Ya que, son una parte fundamental en la prevención de los delitos, en los procesos de identificación de delincuentes, en definitiva, en colaborar con las fuerzas públicas de seguridad, en proporcionar a los ciudadanos un entorno mejor y más seguro en el que vivir.